Unexpected First Day of School Feelings

I didn’t know that the first day of school was going to be so emotional for me. I mean, I already went through first day of kinder last year, the new school, new friends, plus the full Spanish immersion, more than emotional it was very exciting and fun for all of us (Actually, it WAS emotional but I had forgotten about it! It wasn’t until I read the post from last year that I remembered, que loca!)

The first day of 1st grade I was almost about to cry! You know, kind of like that feeling when you see your kids accomplishing things, milestones, birthdays… Tears of joy.

Adrian kept telling me he was so nervous and scared, he didn’t want to go to first grade. But we kept telling him it would be ok that he would be just fine. I think that summer for them feels like a whole year has passed and it’s so hard to remember that they do like school and they have friends there.

When he came back that night from the first day of school he was so excited and happy, I asked him if he was still feeling scared and he shook his head real hard: No mami! Even though I knew he was going to be fine I saw him bigger that night and I felt so proud I melted!

It’s crazy how regular events in life like these can catch you off guard sometimes, but it’s nice too, it’s a little reminder to absorbe the everyday, live it to the max and keep your heart open, because little things matter.

I am now feeling even more happy that school started again and I am so ready to see Adrian thriving, learning and growing more and more. I am ready to help him find his way in life and lead him to whatever he needs to do to accomplish his biggest dreams.

I love you hijito and I’m here by your side for anything!

Sentimientos insperados del primer día de clases

Yo no sabía que el primer día de clases iba a ser tan sentimental para mi. Ya había pasado por esto el año pasado, primer día de kinder, nuevo colegio, nuevos amigos y además el sistema de inmersión en español, pero todo eso fué muy emocionante y hasta divertido pero no me sentí así con los sentimientos a flor de piel como esta vez (Mentira! Si me sentí asi, jaja! Pero no me acordaba haya que leí el post del año pasado, que loca! )

Pero el primer día de primer grado casi me guindo a llorar! Pero no de tristeza, ya saben, de ese orgullo de ser mamá y ver a tu niño logrando pequeñas cosas, cumpliendo años, alcanzando metas, ese tipo de llanto.

Adrian me estuvo diciendo por varios días que estaba muy nervioso de empezar primer grado y que tenía miedo pero nosotros le dijimos que todo estaría bien que no se preocupara. Es que para ellos el verano se les hace tan largo! Ya me imagino se le olvida que si le gusta el colegio y que tiene amiguitos y todo.

Cuando regresó esa noche de su primer día de clases estaba tan emocionado y contento! Yo le pregunté y entonces ya no tienes miedo? Y me dijo: no mami! Tan lindo 🙂 Aunque yo sabía que todo iba a estar bien, lo vi tan grande esa noche, creo que creció en un solo día! Me sentí tan orgullosa y me derretía de amor!

Me asombra como acontecimientos chiquitos y normales como estos des vida diaria de repente nos agarran de improvisto pero está bien porque nos hace acordarnos de que el día a día es importante, hay que vivir todos los momentos como grandes y mantenernos abiertos porque las cosas chiquitas si importan.

Ahora me siento aún más contenta del regreso a clases y estoy listísima para ver a Adri aprendiendo y creciendo mucho más. Estoy lista para guiarlo y ayudarlo a encontrar su camino en vida y a que logre sus más grandes sueños.

Te quiero mucho mucho hijito y estoy aquí a tu lado siempre!